Comenzó hace tres años en Bulgaria y ya es una corriente con una fuerza sorprendente e inusual: las protestas contra el fracking en Europa del Este. El gobierno búlgaro incluso, en 2012, prohibió este sistema de explotación petrolera y le revocó licencias de explotación a la compañía Chevron. Hoy la teoría –y algunas evidencias- señalan que detrás de ese movimiento anti fracking está la mano –y el dinero- de Rusia, el proveedor de gas y petróleo más afectado si las trasnacionales llegaran a tener éxito en estos mercados. El panorama en The New York Times
Sacudida por la baja en el precio del petróleo, la economía venezolana cruje en sus bases fundamentales. Y con ella las instituciones que sostienen al Gobierno de Nicolás Maduro. El chavismo sigue controlando los espacios, pero sin la figura del líder la unidad de los rojos se ha debilitado. Maduro tiene dos retos inmediatos: las elecciones parlamentarias y la urgente necesidad de hacer algo para que la maltrecha economía empiece a dar señales de vida. Un análisis de The Economist
¿Cómo llegó México a este grado de impunidad? La debilidad del Estado mexicano como consecuencia de procesos históricos y guerras debe ser el primer factor a considerar. Y hay que añadirle: la economía sumergida o las “pequeñas formas de corrupción” que son toleradas por el sistema; la reducida base de recaudación tributaria y las políticas de control de drogas y armas del vecino, Estados Unidos. ¿Cómo se junta todo esto? Se explica en este análisis de Claudio Lomnitz publicado en El País
Que no los llamen secuestrados piden los jefes de las FARC, que esa gente a la que tienen retenida contra su voluntad, amarrados, encadenados, malviviendo quién sabe dónde, no están ahí en calidad de secuestrados: son “prisioneros de guerra”. Para las FARC los medios de comunicación actúan con “perfidia” al calificar como secuestrados al general Rubén Darío Alzate y a las dos personas que le acompañaban. Los malabares del lenguaje guerrillero contados en Semana
Tras la reunión de la OPEP en Viena, el pasado 27 de noviembre, quedó la impresión de que los países que conforman el cartel se sentarán a esperar la evolución de las cosas. No hubo acuerdos para tratar de detener la caída de los precios forzando un recorte en la producción. La posición de Arabia Saudita se impuso y el crudo seguirá a su ritmo. La guerra contra el petróleo estadounidense es otra: que los precios bajen hasta tumbar la rentabilidad de los inversionistas de Estados Unidos. Una completa visión del panorama en Vox