Menachem Zivotofsky tiene 12 años, nació en Jerusalén y tiene el potencial de afectar la política exterior de una potencia como Estados Unidos, pero ¿cómo? El niño tiene nacionalidad estadounidense y sus padres, Ari y Naomi, buscan que en su pasaporte, bajo el país de nacimiento, aparezca el nombre de Israel. Aunque Israel considera a Jerusalén su capital, la Casa Blanca asume que la soberanía de esta ciudad sagrada para los cristianos, los musulmanes y los judíos no corresponde a ningún país y su estatus debe ser negociado como parte de un acuerdo de paz. El análisis en BBC Mundo
Siendo Álvaro Uribe el más estridente enemigo del proceso de negociación de paz con la guerrilla colombiana, no deja de ser irónico que la política de ataque frontal y sin descanso aplicada durante su gestión presidencial contribuyó en mucho a que los grupos terroristas decidieran buscar un acuerdo con el gobierno. Fácil, obviamente, no es: hay que encontrar una línea válida entre la justicia y un acuerdo de paz. Pero la guerrilla tendrá que aceptar que algunos de sus miembros deberán pagar por sus crímenes. Una visión de contexto en The Economist
Muchos lo han intentado, pero hasta ahora ninguna red social ha podido destronar al gigante. Pese a que tanta gente diga que está harta de Facebook, de andar cazando likes, de todo lo que la compañía hace con la información que obtiene de sus usuarios, cada nuevo intento por robarle terreno termina en el fracaso. La red. Ello parece ser la opción retadora en estos días: “simple, bello y libre de publicidad”. Pero de momento no representa un peligro. ¿Por qué pasa esto?. Reflexiones en Slate
En varias zonas de Colombia las autoridades han logrado controlar a las FARC y al ELN, pero eso ha dejado campo abierto de acción a bandas criminales. El análisis de los resultados del plan “Espada de Honor”, desplegado desde hace dos años para combatir a la guerrilla, revela que mientras las organizaciones tradicionales pierden fuerza, otros actores ocupan su lugar y se enfrentan en disputas por el control del narcotráfico y otras actividades. Con la guerrilla replegada a las fronteras, hay que ocuparse ahora de nuevos problemas en el centro del país. La explicación en El Tiempo
Perder el tiempo en el trabajo: ¿es producto de la holgazanería o del hecho de que la cantidad de trabajo efectivo permite semejante lujo?. Un estudio reciente señala que desperdiciar horas en nada tiene que ver más con que el empleado no tenga, ciertamente, una cantidad suficiente de asignaciones que con evitarlas. Y esto lo vemos en especial en el sector servicios. Súmele a eso otro ingrediente: una encuesta reveló que solo 13% de los trabajadores de 142 países están “comprometidos”. El panorama laboral en The Atlantic