El proceso que se inició en 2010 luce, a la distancia, un tanto debilitado, desvanecido casi. Pero las apariencias pueden engañar. Los factores que generaron las revueltas sociales siguen presentes. Entre otras cosas, no ha habido reformas profundas, millones de jóvenes siguen sin esperanzas de cambio y los nuevos gobiernos no tienen planes que brinden estabilidad y libertades. Un análisis a partir de la reciente elección presidencial en Egipto publicado por la revista Semana
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El gobierno ruso no solo hace movidas espectaculares: también cuida los detalles en su estrategia de control. Una nueva ley limita las transferencias de dinero de personas naturales anónimas a organizaciones civiles y prohíbe las que se hacen entre personas sin identificar identidad. Esto, que parece una norma razonable en la lucha contra el terrorismo y el lavado, tiene una motivación política: entorpecer la recolección de fondos de políticos rivales y de grupos molestos. La situación en Global Voices
Desde su nacimiento como Arpanet en 1969 toda la historia de la red contada a través de 40 mapas. Se la debemos a los militares que la desarrollaron sin conocer muy bien el alcance que podría tener, aunque rápidamente vieron el camino: en 1973 ya Arpanet tendía un puente internacional, en 1984 nació la Internet “civil” y, aunque su uso aun se concentraba en Estados Unidos, para 1993 ya estábamos ante un fenómeno global. Más detalles y datos interesantes en Vox
Desde el 20 de mayo Tailandia está bajo ley marcial. Los militares dieron un golpe de Estado y controlan el país. Desde entonces impusieron un estricto control en los medios de comunicación y han bloqueado miles de sitios web. Pero los tailandeses encontraron una singular manera de describir la situación en las calles y hasta de expresar apoyo o rechazo a través de las redes sociales: las selfies. El relato en Global Voices
Esta es una historia extraña: Chiquita Brands International es una gran empresa distribuidora de bananas y plátanos en Estados Unidos. Su filial en Colombia fue acusada de financiar a grupos paramilitares y la compañía aceptó que entre 1997 y 2004 pagó por protección al menos 1,7 millones de dólares. Ahora se le señala de torpedear el trabajo de una fundación que reclama compensaciones por los ataques del 11 de septiembre. La bananera no quiere una ley que obligue a resarcir a víctimas del terrorismo. ¿Por qué? El caso en The Daily Beast