5% de las demandas recibidas por la Organización Mundial de Comercio son contra Argentina. Eso, que parece poco, es mucho: encabeza la lista de Latinoamérica y apenas está un poco por debajo de China, la nación más demandada del planeta con 7% de los casos. En agosto la OMC debe tomar una decisión importante: sobre los reclamos de 43 países contra prácticas argentinas que podría derivar en la suspensión de acuerdos, tarifas especiales y licencias de importación. Es lo que faltaba. Detalles en Clarín
Puede que la compañía tenga algunos problemas en estos tiempos, pero también tiene un plan ambicioso. Y revolucionario. Amazon quiere probar un servicio de entregas con aeronaves no tripuladas. Se supone que la Administración Federal de Aviación prohíbe el uso comercial de drones, pero eso no ha detenido aun la solicitud de un permiso especial para evaluar cómo funcionaría el sistema. Comienza ahora una etapa de cabildeo. Más información en The New York Times
La complejidad y las emociones cruzadas en torno al conflicto en Gaza enturbian el análisis de lo que allí sucede. Hay al menos 100 personas muertas como consecuencia de los ataques israelíes. Y la mayoría eran civiles. ¿Israel lo está haciendo bien o mal en este episodio? Hay elementos a considerar: la tasa de víctimas colaterales versus otros ejemplos, las prácticas de Israel a la hora de lanzar sus bombas y el uso de escudos humanos por parte de Hamas. Interesante aproximación a los hechos en Slate
Con lo que se paga por una lata de Coca Cola en un supermercado, se pueden comprar cerca de 250 litros de gasolina en Venezuela. Quizás sea el país con el combustible más barato del mundo, pero hay indicios de que eso pronto cambiará y de que la revolución chavista se apresta a tomar decisiones de mercado: aumentar la gasolina, concertar precios con el sector privado y unificar el tipo de cambio. La más explosiva pudiera ser el ajuste, pero ya la petrolera estatal no soporta un ritmo de pérdidas por subsidiar la gasolina cercano a los 15 mil millones de dólares en un año. Más detalles en El País
Ya no se trata de las estadísticas tradicionales que se divulgan durante la transmisión de un partido: es decir, número de pases, disparos a puerta, cantidad de faltas. El big data, que ya se utiliza en otros deportes como el béisbol, ha llegado a las canchas de fútbol y todo está sometido a registro y escrutinio. Por ahora se mantiene en el ámbito del periodismo y la investigación, pero se augura que pronto habrá especialistas trabajando mano a mano con los directores técnicos. El panorama en El País
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