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10 febrero, 2015 •
Claves •
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Países que deciden empobrecerse, barbarizarse, corromperse, en fin: hacerse el harakiri. Argentina, presa de la fiebre peronista, es uno de ellos. Venezuela, otro: se confió a un caudillo mesiánico y pese que a tuvo la oportunidad de enmendar, ocho veces