El autor francés George Perec escribió una serie de ensayos en los que se cuestiona el afán de los medios de comunicación por siempre dar prioridad a los extraordinario, al sensacionalismo. Para Perec había que capturar el ruido de fondo de los acontecimientos de la vida ordinaria, algo que se podía hacer –según él- mirando por la ventana de un café de París. Eso fue en 1974. Hoy, la ventana en medio de los grandes acontecimientos es Instagram: eso lo entendió un experto en computación que analizó lo que posteaban en esa red los usuarios de Kiev, Ucrania, durante los convulsos días de protestas en febrero. El caso en The Atlantic
Exigir visas a los colombianos, cobrar por el tránsito de buques o cortar la interconexión eléctrica: esas podrían ser las medidas que tomaría Panamá en el caso de que Colombia no revoque su inclusión formal en la lista de paraísos fiscales. Mientras en Panamá se gesta un frente común en el sector político y en la calle un delicado sentimiento anti colombiano, en Bogotá el tema se mira con criterios polarizantes. ¿Qué hay detrás de esta disputa? Mucho dinero y una historia de complicidades. El panorama en El País
Ha demostrado Cristina Kirchner que además de las relaciones económicas y el afán por el multilateralismo, la conexión con Rusia tiene otra vertiente: una visión común en materia de libertad de expresión, medios de comunicación y el rol del Estado. Para ella, como para Putin, canales como Russia Today y Telesur son herramientas para transmitir “la verdadera cultura” y el resto de los medios son armas de manipulación. Una breve reflexión en Clarín
Los medios estadounidenses no paran de señalar riesgos enormes para la población que provienen de diferentes vías: Estado Islámico, Ébola, la guerra nuclear… Es tanto el ruido, que la gente termina preocupándose por asuntos muy lejanos y poco o casi nada por las verdaderas amenazas que tienen ya dentro el país. ¿Cuáles son, en realidad, los temas importantes? ¿Es más peligroso el Estado Islámico que la libre circulación de armas? ¿Más peligroso el Ébola que el cáncer y las enfermedades del corazón? ¿Y el cambio climático? Una interesante lista en Vox
Se estima que solo 40% de la población mundial tiene acceso a Internet. Eso deja a unas 4 mil millones de personas sin conexión, la mayoría en países en vías de desarrollo. ¿Cómo conectar al resto del planeta? No es tan sencillo como lanzar cables: hay que sortear terrenos de difícil acceso y climas extremos. Pero hay ejemplos que demuestran que cuando se quiere hacer, se puede: como los “Camiones de la Suerte”, que llevan sorteos de lotería y servicios bancarios básicos a pequeños pueblos en la selva brasileña. Y hay más. Los ejemplos en El Huffington Post