
Los laboratorios gastan millones de dólares en el desarrollo del equivalente femenino de la famosa pastilla azul. Pero podrían estar simplemente desperdiciando su dinero porque tal cosa no puede existir. El problema físico que soluciona la Viagra dispara en el hombre el interés sexual porque existe una conexión simple y directa entre ambos factores. Pero la “mecánica” femenina es diferente en más de un sentido. Y especialmente en algo: el elemento psicológico. La explicación en The Daily Beast
Así cayó el terror de Buenaventura Next Post:
La mala cara de Messi