
El control de precios, la falta de envases plásticos y el incremento de costos de producción se suman para explicar la situación: en el país de la “revolución bonita” es hoy una odisea conseguir productos de aseo elemental como champú y desodorantes. Los controles terminan favoreciendo a mafias de reventa y dejan desabastecidos a los negocios formales. La insólita situación en este recorrido de El Nacional
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