
Los resultados en las elecciones colombianas demuestran que es el hombre fuerte, el que se labró un camino desde Antioquia hasta la presidencia y hoy sigue siendo un factor determinante: Álvaro Uribe controla el escenario y parece a punto de poner a otro mandatario en la Casa de Nariño. ¿Lo odian? ¿Lo aman? En todo caso, votan por él y por sus pupilos. Un análisis en la revista Semana
Vahey: los pasos del depredador en Venezuela Next Post:
Contra China ni en juego