
Si el que está a punto de terminar fue un año agitado y con mal final para Rusia, el próximo será peor. El régimen de Vladimir Putin será implacable con la protesta civil. Y la crisis económica agitará a la población. La nueva doctrina militar rusa concebida recientemente contempla que los movimientos de protesta que “desestabilicen” a la Nación y la difusión de informaciones igualmente desestabilizadoras del orden, serán objeto de respuesta militar. ¿Se encamina Rusia a la dictadura declarada? El panorama en Bloomberg
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