
Mientras muchos analistas le piden a Washington una posición más severa ante las acciones de Rusia contra Ucrania, los aliados de Estados Unidos están haciendo buenos negocios con Rosneft, la petrolera estatal manejada por una de las fichas más cercanas a Vladimir Putin. Italia y Gran Bretaña se cuentan entre los más recientes beneficiados por la expansión de Rosneft. Y difícilmente la Unión Europea aprobará sanciones realmente efectivas. El análisis en Bloomberg
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Poder negro, ni tanto