
Escocia permanece dentro de Reino Unido, pero el voto del jueves pasado no fue mantener el status quo. El debate sobre la autonomía regional y nacional acaba de comenzar y promete una reorganización constitucional en Reino Unido, que se mantiene intacta. El primer ministro David Cameron se enfrenta ahora a un debate más amplio sobre la centralización del poder en Londres, la incertidumbre sobre su lugar en Europa, y las fisuras dentro de su propio partido conservador mientras se dirige hacia una campaña de elecciones generales. Los detalles en The New York Times
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