
Tenía buenas relaciones con los Kirchner, tanto que un cable revelado por Wikileaks señalaba que buscaba congraciarse con la presidenta Cristina K “mediante la persecución de sus enemigos políticos”. Pero tras los acuerdos entre Argentina e Irán, se distanció y terminó denunciando a la mandataria y a su ministro de Exteriores. Les acusó, en concreto, de pactar una suerte de amnistía extraoficial para los ex funcionarios del gobierno iraní involucrados en el atentado contra la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina. Justo cuando se preparaba para ahondar en sus acusaciones, apareció muerto en su departamento. Un breve perfil en La Nación
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