
El mensaje de los europeos ha sido claro: “estamos descontentos”. Y son muchos y muy variados: 28 Estados, 28 tipos de ciudadanos inconformes. Y algunos chocan entre sí: lo que es bueno para un grupo, para otro puede resultar una pesadilla. Pero hay un punto en común: ¿cuál será el futuro, el país, la Europa, que dejarán a sus hijos? El catedrático e investigador Timothy Garton Ash se pasea por la situación en El País
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Cabemos todos, pero hay que organizarse