
La fórmula para salvar a cualquier dictadura es universal: crear un enemigo, iniciar una guerra. Estamos de vuelta a la época soviética de las mentiras. El estado de guerra es el elixir de la vida del régimen. Una nación en éxtasis patriótico se hace con su «líder nacional», mientras que quienes no estén de acuerdo pueden ser declarados «traidores nacionales». El análisis en The Guardian
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¿Qué pasará cuando todos tengan más de 100 años?