
En las trincheras estaba el infierno: la vida dura, la muerte y la sangre. Pero en medio del horror, las empresas no dudaron a la hora de aprovechar la coyuntura de la I Guerra Mundial para promocionar sus productos con referencias directas a la situación de conflicto. Así, Tommy el británico era el combatiente más limpio del mundo porque usaba el jabón Sunlight; el agua que había que tomar contra los alemanes era Perrier y en los medios británicos hasta se promocionaban armas para los soldados. La historia en BBC Mundo
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