El viejo axioma de “follow the money” aplica a la lucha contra los pedófilos y el abuso sexual de menores. Siguiendo la ruta del dinero y estableciendo alianzas, los cuerpos de seguridad han dado grandes golpes al negocio de la pornografía infantil. ¿Quién paga? ¿A quién le paga? ¿Cuánto y por cuáles medios? Los principales sistemas de cobro en línea y las tarjetas de crédito colaboran con las policías, pero siempre hay zonas oscuras. TOR, por ejemplo, que fue creado para ayudar a personas que viven bajo regímenes autoritarios a preservar el anonimato en Internet ya es usado por estas y otras mafias. Un gran trabajo sobre el tema en Bloomberg
Previous post:
Rusia: el pollo como arma Next Post:
Dame China, dame Japón
Rusia: el pollo como arma Next Post:
Dame China, dame Japón
