
Al menos 50 mil viviendas han quedado total o parcialmente destruidas en Gaza. También 250 fábricas están inoperativas y las planta de tratamiento de agua y de generación de electricidad resultaron dañadas por el fuego israelí. La reconstrucción de Gaza representa una exorbitante cantidad de millones de dólares, pero quizás lo más difícil será vencer la resistencia y el control que Israel pondrá sobre estas labores. Israel solamente autorizará a las agencias de Naciones Unidades como importadores de materiales de construcción para Gaza porque debe evitar que Hamas acopie cemento y otros productos para rehabilitar la red de túneles clandestinos que les permitió atacar al otro lado de la frontera. El panorama en Foreign Policy
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