Si la nena quería un unicornio, había que disfrazar con alas y cuerno a un hermoso caballo blanco. Si quería una jirafa, entonces tocaba buscar una en África. Así de espléndido era Pablo Escobar con su hija Manuela, la consentida de la casa, la última de la prole. Sobre ella, que hoy tiene cerca de 30 años, se acaba de publicar un libro cuyo autor es el periodista colombiano José Alejandro Castaño. “Cierra los ojos princesa”, es el título de esta novela basada en la reconstrucción de la niña cuyos deseos eran órdenes para el temible capo del narcotráfico. Comentarios en Las2Orillas
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