
Represión, cambios graduales o cambios radicales. Esos son los caminos que tiene al frente el presidente mexicano Enrique Peña Nieto. ¿Cuál tomará?. Su discurso parece orientarse al peor de los escenarios: el de la represión, acusando a los manifestantes de desestabilizadores. Y todo parece indicar que los movimientos sociales espontáneos y organizados, continuarán reclamando en las calles el respeto a la vida y justicia para las víctimas de Iguala y Tlayala. Si Peña Nieto quiere mantenerse en el poder, debe demostrar mayor comprensión hacia la gente común. Una perspectiva en la revista Emeequis
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