Atravesó el desierto para complacer a su hija que soñaba con ser una princesa de verdad: desde Estados Unidos llegó a una tierra de nadie situada entre Sudán y Egipto y ahí se declaró rey. Jeremiah Heaton le ha pedido al mundo que reconozca al recién creado Reino de Sudán del Norte: poco más de 2 mil kilómetros cuadrados de arena y sol, en los cuales la pequeña Emili debuta como heredera de una corona inventada solo para ella
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