
Los fabricantes, vendedores y la Asociación Nacional del Rifle –NRA- están comprometidos a poner armas en manos de los niños. Es una de sus metas justificada en que conocerlas y saber manejarlas contribuye a un entorno más seguro. Pero la evidencia sugiere lo contrario: las armas de fuego están matando a los niños y jóvenes estadounidenses. Una cifra: los niños entre 5 y 14 años en Estados Unidos son 17 veces más propensos a ser asesinados a balazos que sus iguales en otros países industrializados. Más estadística reveladora en Slate
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