La crisis económica ha desatado una nueva fiebre del oro en todo el mundo. El oro se ha convertido en un refugio para los inversores en tiempos de incertidumbre económica y ante la caída del valor de las acciones. El aumento de la demanda de oro ha hecho disparar los precios de este metal. Como consecuencia de ello, las compañías mineras están abriendo nuevas minas de oro en todo el mundo para poder hacer frente a la demanda. Y esto está teniendo consecuencias en la región: Las protestas de comunidades locales contra proyectos mineros de oro se repiten en toda America Latina. Y si los precios del oro siguen batiendo récords, la fiebre del oro continuará alta en América Latina.
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