Casi 34 mil millones de dólares en ventas produjo la industria de los dulces en Estados Unidos el año pasado. Es un negocio floreciente y feliz, competido y productivo, pero que trabaja con el nuevo enemigo número identificado por las autoridades sanitarias: la azúcar. Así como las compañías de refrescos han recibido presión, ahora es el turno de quienes inundan estanterías de caramelos y coloridas barras de dulces. Estados Unidos tiene un enorme problema de sobrepeso y diabetes que plantea un reto: ¿hasta dónde se puede regular lo que consumen las personas? Una interesante aproximación en The Washington Post
Previous post:
10 lugares espeluznantes Next Post:
Estados Unidos: los buenos nazis
10 lugares espeluznantes Next Post:
Estados Unidos: los buenos nazis
