
La sensación de flotar fuera del cuerpo, la visión de un túnel, la de una luz muy especial, el sonido de una música hecha por ángeles y el encuentro con el creador. Los relatos de experiencias cercanas a la muerte coinciden en aspectos fundamentales incluso entre creyentes de diferentes religiones. 8 millones de estadounidenses afirman haber tenido una. Pero es posible que todo se deba a asuntos neurológicos, algo en la química del cerebro, y la ciencia trata de explicarlo. La autora Lisa Miller escribe sobre esto en Time
El infierno de la congresista Next Post:
Venezuela: la clase media en la calle