Poco se habla de la importancia de esta tecnología en el desarrollo de la globalización. Y ha sido quizás tan determinante como Internet, los medios de transporte y las telecomunicaciones: sí, el contenedor de carga, esas enormes cajas metálicas que viajan cruzando océanos han jugado un papel fundamental en unir al planeta.
Constituyen una idea tan simple que parece que siempre hubieran estado allí. Pero no: antes de su aparición las tareas de embarque de mercancía eran lentas, engorrosas y costosas. Los contenedores impulsaron una verdadera revolución en el comercio internacional y hoy se mueven 500 millones de ellos cada año a través de puertos, carreteras y vías férreas. Esta es la historia –con sus flancos oscuros- de una caja que cambió al mundo y redefinió el mapa del poder.
Foto: (AP Photo/Eugene Hoshiko)
Falsificadores: artistas de la estafa Next Post:
Podemos, la FIFA y la Filarmónica de Berlín