En nueves meses las autoridades fronterizas de Estados Unidos detuvieron a 51 mil inmigrantes: todos niños. Más de 12 mil eran mexicanos. Estos pequeños no necesariamente van detrás de eso que llaman el sueño americano: más bien huyen de la desgracia, de la amenaza de los carteles, de las pandillas, de la violencia. Al otro lado de la línea, en México, ya registran más de 5 mil casos de niños deportados. El delicado panorama lo resume Lydia Cacho en la revista Emeequis
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