
El prototipo se estrenó con éxito en marzo de 1983. Su inventor sabía que tenía algo muy grande en las manos pero que harían falta algunas décadas para perfeccionar y consagrar a semejante máquina. Hoy, Charles W. Hull acaba de recibir un reconocimiento al que consideran “el Oscar” de los creadores: el Premio a los Inventores Europeos 2014, que otorga la Oficina Europea de Patentes. Hull, su invento y los otros homenajeados en El Mundo
La manito en la pistola: obsesión americana Next Post:
Tuiteando a la conquista de Bagdad