Hay una pregunta que las parejas que esperan un hijo escuchan con frecuencia: ¿es niño o niña?. A la mayoría de los padres de todo el mundo, les da igual el sexo de su futuro bebé.
A muchos padres chinos o indios, no. En muchas regiones de Asia, el nacimiento de una niña es una desgracia. La mujer está considerada como un ser inferior y una carga para la familia.
Hasta hace unos años, el asesinato de recién nacidas era una costumbre tan brutal como común. Hoy, los avances técnicos permiten a los padres conocer el sexo del bebé durante el embarazo, y eso ha disparado el aborto selectivo de niñas.
Esta práctica ha provocado el mayor desequilibrio entre hombres y mujeres que ha conocido el continente asiático en su historia. Y las consecuencias son trágicas.
