
El 14 de diciembre de 2012 el joven Adam Lanza buscó entre el arsenal de su madre y cargó con dos pistolas, un rifle y una gran cantidad de balas. Su paso por la Escuela Primaria de Sandy Hook (Connecticut) produjo 28 muertos, incluidos él mismo y su mamá. Desde esa masacre los ataques de jovencitos pistoleros en colegios estadounidenses no han parado. Entre Sandy Hook y el reciente caso de la Reynolds High School, en Oregon, ha habido 74 atentados o incidentes con armas en colegios y campus universitarios. Un mapa los muestra en Vox
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