
De ganar el Sí, la independencia escocesa podría ser preparada para entrar en vigencia el 24 de marzo de 2016. Pero desde mucho antes hay cosas que deben ser resueltas: la moneda que usarán, el reparto de los bienes y la deuda pública con Londres, organizar cómo queda la explotación petrolera, qué pasará con el Ejército, cuándo será el traslado de las instalaciones del programa nuclear Trident y si el país entra o no a la Unión Europea. Un vistazo a la agenda en El País
Ciencia: ¿existe el interruptor para detener la vejez? Next Post:
El remedio que alimenta a la enfermedad