
Estuvo en el centro de uno de los escándalos más fuertes de la historia contemporánea de la política colombiana: el Proceso 8.000, que investigó la entrada de dinero del cartel de Cali a su campaña en 1994. Ha pasado el tiempo y el expresidente Ernesto Samper ha salido de las sombras para proyectarse nuevamente como una figura influyente en el ámbito colombiano y también en el internacional. Conectado con varios ministros, ahora su amigo Juan Fernando Cristo completa el cuadro asumiendo el puesto en el Ministerio de Interior. Y también está –él mismo- al frente de la Unasur. ¿Cómo lo hizo? El relato en Semana
Mercosur: cada uno a lo suyo Next Post:
Más aviones en peligro: misiles por todos lados