
Agresivas medidas de conservación, financiamiento internacional y cambios en la industria de la soya y la carne han sumado para que Brasil se anote un éxito sin precedentes en la lucha contra la deforestación de sus bosques y selvas, considerado uno de los más grandes desastres ecológicos del siglo XX. Desde 2005 la tasa del proceso ha caído 75%. ¿Cómo lo hicieron? ¿Es sostenible? La información y gráficos en Vox
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