
Se llama Paul Singer, tiene 69 años, y es el director de una de las firmas que insisten en que el Estado argentino pague completo. Se le considera uno de los acreedores más fuertes de Argentina y quizás sea el que ha dado la mayor pelea por cobrar, poniendo en más de un aprieto a la presidenta Cristina Kirchner. Es un especialista en comprar deuda en momentos de caída para luego cobrar cuantiosas ganancias. Ya lo hizo con Perú y Congo. Ahora va por Argentina. Un breve perfil en El País
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