
Fue alcalde de García, en Nuevo León, México. También es adicto al teléfono celular. Y seguramente le dispara la adrenalina pelearse con el narcotráfico. Se llama Jaime Rodríguez Calderón y su política es ser implacable con el crimen. Por eso le ha tocado enfrentar dos atentados con lluvias de balas. Fue artífice del quiebre de la banda de los Zetas y ahora quiere ser gobernador, incluso si eso le vale un enfrentamiento con el PRI. Un entretenido perfil en la revista Emeequis
Soy músico, pero vivo de la publicidad Next Post:
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