
Pareciera que la Unión Europea está apuntando al blanco equivocado. O que, en todo caso, debería enfocar dos dianas diferentes. Mientras la influencia de empresas chinas crece en el mundo de la web y la tecnología, Europa ha estado un tanto obsesionada con limitar el crecimiento de compañías como Google, Amazon, eBay y Facebook. Pero el reto para los europeos y también para Estados Unidos proviene de China: por su avasallante éxito económico en el sector, por sus prácticas proteccionistas, por las barreras que impone y por su poco respeto por los derechos de propiedad intelectual. Explicaciones en Project Syndicate
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