De Nueva Zelanda, a Brasil, a Estados Unidos, son cada vez más los mensajes en redes sociales que incitan al odio contra ciertos sectores de la sociedad y ponen vidas en peligro. Es por eso que compañías como Facebook y Twitter, y hasta gobiernos están tomando medidas para moderar el contenido nocivo que circula en Internet. Pero determinar qué contenido es nocivo o viola la ley no siempre es tan simple y la lucha por hacer de la red un lugar más seguro podría atentar contra la libre expresión de los usuarios. Aquí exploramos el complicado debate sobre la regulación del contenido digital.
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