En muchos países desarrollados ha habido un progreso, lento pero seguro, en la lucha contra el cáncer. En EE.UU., por ejemplo, el número de muertes a causa de esta enfermedad cayó cerca de un tercio entre 1991 y 2016. Eso es más de 2 millones de vidas salvadas. Pero en muchas naciones de ingresos bajos y medios la historia es otra: las probabilidades de que una persona desarrolle cáncer y muera son mucho más altas, y el número de fallecidos a causa de esta enfermedad está aumentando muy rápidamente. En este reportaje exploramos esta preocupante brecha y qué se está haciendo para remediarla.
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