
Primero usaron globos, pero no fue suficiente. Ni eficiente. Ahora la amazonia brasileña será monitoreada por aviones no tripulados que harán registro fotográfico de un territorio que duplica al de Escocia. La idea es comprobar si los hacendados de la región están respetando los territorios mínimos que deben preservar. El año pasado la deforestación de la selva y bosques amazónicos se incrementó. Ahora los drones se encargarán de la vigilancia. Desde Mato Grosso, el relato en Financial Times
Video sugerido:
Lectura sugerida:
La herencia de Uribe, otra vez Uribe Next Post:
China: pocos con mucho, muchos con poco