
Los edificios residenciales y de oficinas aportan al calentamiento global. Y no es poco: cerca de 25% de las emisiones totales de CO2. Construcciones viejas e ineficientes en asuntos térmicos representan un enorme reto que requiere esfuerzos extra de creatividad y disposición de los países para buscar la manera de reducir el impacto. Algunas buenas ideas en la BBC
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