Desde la Internet ordena una prueba genética que le llega a su casa. Envía una muestra de saliva a los laboratorios de una compañía privada. Un mes más tarde le llega un correo electrónico revelando desde el origen geográfico de sus ancestros hasta su predisposición a padecer de ciertas enfermedades. Pero, ¿peligra su información genética una vez está en manos de estas innovadoras empresas? En este reportaje le revelamos las promesas y los riesgos de las pruebas caseras de ADN.
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